Ingredientes:
- Judías verdes 1/2 kg.
- Ajos, 3 unidades.
- Almendras sin piel, 100 gramos.
- Rebanadas de pan, 2 o 3 unidades (según el tamaño).
- Huevos cocidos, 2 unidades.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Elaboración:
Limpiamos de hebras y puntas las judías y las cortamos primero por la mitad a lo largo y luego en tres o cuatro trozos cada una.
Ponemos agua a hervir con un poco de sal y en ese momento echamos las judías (por supuesto lavadas) y las dejamos cocer de 20 a 25 minutos dependiendo de la calidad de las mismas (a mí particularmente me gustan más al dente).
Cocemos también los huevos durante diez minutos.
Freímos en una sartén con dos cucharadas de aceite los ajos, las almendras y el pan.
Los batimos con un vaso de caldo de cocer las judías. Si queda demasiado espeso, añadimos más caldo para conseguir una consistencia media.
Escurrimos las judías para eliminar el agua y las salteamos con un poco de aceite que nos sobró de la fritura. Cuando se impregnen de aceite, les añadimos la salsa obtenida, rectificamos de sal, y dejamos hervir el conjunto 5 minutos más. Mezclamos con un huevo picado y decoramos con otro en rodajas.
Esta receta es de las que mis hijos llaman "antiguas" y no les falta razón. La hacía mi madre y ella me la enseñó y yo os la enseño a vosotros porque es muy saludable y sabe estupendamente. Creo que se inventó en el Poniente granadino y luego se extendió a otras zonas, ya no sé si es una receta que se sigue haciendo en las casas de familia o se ha perdido llevada de la ignorancia del mundo actual, sus prisas y sus deseos de guardar la línea. Lamentable.
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